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Tom Cruise no necesita heredero (ni dobles de acción)
Cuatro décadas más tarde, el actor regresa al papel de Maverick. En la espectacular secuela de ‘Top Gun’, se atreve a pilotar un caza de guerra en una misión casi imposible
De todos los personajes de su carrera, ninguno -ni siquiera Ethan Hunt- tiene la fuerza icónica de Maverick. En 1986, un joven aviador volvía a la escuela naval como castigo a su rebeldía, se enamoraba de su instructora, veía morir a su mejor amigo en combate y salvaba la vida a su rival. Su chupa de cuero, su kawasaki, sus gafas Ray-Ban, catapultaron a la fama a un tal Tom Cruise. Con Tony Scott tras la cámara, Top Gun fue, aparte del estreno más taquillero del año, un emblema de los 80: las impactantes escenas aéreas, el partido de voleibol, su banda sonora (con el single Take my breath away, Oscar a mejor canción)…
Casi cuatro décadas más tarde, todo ha cambiado… menos su actor principal. Cruise se reivindica como el último gran héroe de Hollywood, y de momento no tiene relevo. A punto de cumplir 60 años (!), regresa al papel con la ambición que le caracteriza. Ya sabemos por la saga Misión: imposible que él no necesita dobles, ya que se encarga de todos sus stunts (escenas de riesgo), para aportar realismo, un toque artesanal e incluso algo de morbo. Ha escalado rascacielos, se ha colgado del ala de un avión en marcha, ha saltado en paracaídas por un acantilado, ha huido en moto. En Top Gun: Maverick pilota aviones de guerra con los que ejecuta acrobacias. Ver para creer.
La crítica mundial alaba esta esperada secuela como una de las mejores cintas de acción recientes. Espectáculo sin trucos digitales ni superhéroes, pero con potentes dosis de carisma, de épica y de nostalgia. El maduro -pero indomable- Maverick vuelve a la academia de la marina para entrenar a pilotos más jóvenes, de cara a una misión muy arriesgada. Entre ellos se encuentra el hijo de su difunto mejor amigo Goose (Miles Teller), lo que abre una herida que nunca ha llegado a cicatrizar. Detrás de Top Gun: Maverick se encuentra un equipo de garantías: guión de Christopher McQuarrie (Oscar por Sospechosos habituales), dirección de Joseph Kosinsky (Tron: Legacy, Oblivion), que rueda los combates aéreos más asombrosos y veraces que somos capaces de recordar, y música de Hans Zimmer (Interstellar). En el reparto, Ed Harris, Jennifer Connelly, Jon Hamm y el muy querido Val Kilmer. Solo nos queda hacer caso a Cruise -la única estrella que se niega a estrenar en plataformas digitales- y disfrutarla en la pantalla grande del cine.